Amarlo es como conducir un nuevo Maserati por un callejón sin salida,
más rápido que el viento, tan apasionado como pecar, terminó tan de repente.
Amarlo es como intentar cambiar de opinión cuando ya estás volando por la caída libre,
como los colores en otoño tan brillantes, justo antes de perderlo todo.
Estribillo:
Perderlo fue azul como nunca había sabido,
echarlo de menos fue gris oscuro, completamente sola.
Olvidarlo fue como intentar conocer a alguien que nunca habías visto.
Pero amarlo fue rojo, amarlo fue rojo.
Tocarlo era como darte cuenta de que todo lo que querías estaba justo enfrente tuya,
memorizarlo era tan fácil como saberte todas las palabras de tu antigua canción favorita.
Pelearse con él era como intentar resolver un crucigrama y darse cuenta de que no tiene solución,
arrepentirse de él era como desear no haber descubierto nunca que el amor podía ser tan fuerte.
Estribillo:
Perderlo fue azul como nunca había sabido,
echarlo de menos fue gris oscuro, completamente sola.
Olvidarlo fue como intentar conocer a alguien que nunca habías visto.
Pero amarlo fue rojo, rojo, rojo ardiente.
Recordarlo viene en flashbacks y ecos, me digo que ya es momento, tengo que dejarlo ir,
pero continuar sin él es imposible cuando aún lo veo todo en mi cabeza, en rojo ardiente.
Amarlo fue rojo...
Estribillo:
Oh, perderlo fue azul como nunca había sabido,
echarlo de menos fue gris oscuro, completamente sola.
Olvidarlo fue como intentar conocer a alguien que nunca habías visto.
Porque amarlo fue rojo, sí, sí, rojo, oh rojo ardiente.
Y por eso está dando vueltas en mi cabeza,
vuelve a mí en rojo ardiente, sí, sí, rojo.
Porque el amor fue como conducir un nuevo Maserati por un callejón sin salida.
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